Ninguna emoción es por sí sola negativa. Todas, en su justa medida, son necesarias para la supervivencia. El problema aparece cuando determinadas emociones (tristeza, ira, miedo, etc.) aumentan en frecuencia e intensidad, ocupando parte de nuestros pensamientos diarios y dando lugar a problemas emocionales de distinta índole: depresión, ansiedad, falta de control de los impulsos, etc. Cualquier desequilibrio emocional que se precie tendrá, indudablemente, consecuencias para nuestra salud, tanto psicológica como física.
En muchas ocasiones nos sorprendemos, por ejemplo, al ver personas realmente inteligentes dirigiendo grandes empresas que a nivel personal sufren por su incapacidad de gestionar sus emociones. Eso es debido a que la Inteligencia Emocional nada tiene que ver con el Coeficiente Intelectual, que es lo que siempre ha primado a la hora de augurar el éxito en el trabajo y en la vida de una persona.
Aprender a identificar debidamente aquellos signos fisiológicos que nos alertan de un desborde emocional, aprender a detectar cuáles son los pensamientos que disparan determinadas emociones y aprender a gestionar todo ello es posible y tendrá grandes beneficios para nuestra salud tanto interna como externa.
El equilibrio emocional puede parecer un tópico, pero no lo es en absoluto. Cuando nos sentimos bien con nosotros mismos, cuando aquello que pensamos está en sintonía con aquello que hacemos, cuando somos felices… Todo ello se manifiesta exteriormente. Brillamos con luz propia, nos vemos radiantes y nuestra piel se torna más luminosa porque la verdadera belleza siempre emana del interior.
Las emociones que se sobrepasan en intensidad y frecuencia como por ejemplo la ansiedad, al tornarse patológica genera trastornos: en el área cognitiva, tales como sentimientos pesimistas, preocupación por el futuro…; alteraciones en el área conductual y relacional, como irritabilidad, inquietud, conductas de evitación, deterioro laboral, tensiones familiares…; pero también alteraciones en el área somática, como palpitaciones, sensación de nudo en el estómago, nerviosismo, sequedad de boca, temblor, sudoración, alteraciones del sueño… Por lo que no es de extrañar que todo eso repercuta en una piel apagada, cansada, con aparición de acné, etc.
Por esa razón, en el Institut Dra. Natalia Ribé creemos y defendemos un abordaje holístico de la belleza y disponemos de un Servicio de Psicología con el fin de poder trabajar en profundidad nuestras preocupaciones, el equilibrio emocional y la armonía de nuestra psique, nuestras emociones y poder así, en definitiva, brillar con luz propia.
Los servicios con los que cuenta el Institut (Medicina Estética, Belleza y Bienestar, Nutrición, Láser y Psicología), lejos de parecer dispares, se retroalimentan los unos a los otros haciendo que el total sea mayor a la suma de las partes con el objetivo de conseguir una verdadera BELLEZA GLOBAL.
Si deseas obtener más información, puedes ponerte en contacto con el Institut a través de nuestro teléfono: 93 272 42 28 o e-mail: info@institutnataliaribe.com
Psicoterapia
Servicio de Terapia Psicológica para el bienestar de nuestros pacientes.
