En invierno, las bajas temperaturas, el viento, la calefacción y la menor humedad ambiental pueden contribuir a la sequedad, irritación y descamación de nuestra piel. A continuación, el equipo del Institut Dra. Natalia Ribé comparte algunos consejos clave para cuidar tu piel durante la temporada invernal.
1. Hidratación intensiva
Para mantener la piel profundamente hidratada, es recomendable optar por cremas hidratantes de textura más densa y formulaciones nutritivas. Recomendamos utilizar productos que contengan ingredientes altamente eficaces como el ácido hialurónico, la glicerina, las ceramidas, o la manteca de karité. Para maximizar los beneficios, puedes aplicar la crema hidratante sobre la piel ligeramente húmeda, preferiblemente justo después de la ducha, ya que nos ayudará a sellar la humedad y mantener la piel suave, flexible y protegida durante más tiempo.
2. Evita el agua muy caliente
El uso de agua excesivamente caliente durante la ducha puede afectar negativamente la salud de nuestra piel, ya que elimina los aceites naturales que actúan como una barrera protectora, que contribuyen a mantener la hidratación y la suavidad. Es recomendable optar por duchas con agua tibia, que son menos agresivas para la piel, y limitar la duración a un máximo de 5 a 10 minutos.
3. Protección solar cada día
Aunque la intensidad del sol pueda parecer menor durante el invierno, la radiación ultravioleta (UV) sigue estando presente en esta época, especialmente en días nublados o en zonas con nieve, que refleja la radiación. Por este motivo, es fundamental aplicar protector solar de amplio espectro todos los días, independientemente de la estación del año. Además, es recomendable complementar la protección con el uso de gafas de sol, gorros o prendas que cubran la piel expuesta.
4. Humidificadores en casa
Durante los meses fríos, el uso de la calefacción reduce la humedad ambiental, creando un entorno seco que puede afectar negativamente a nuestra piel. Esta falta de humedad favorece la deshidratación cutánea, provocando sequedad, tirantez, descamación e incluso irritación. Para contrarrestar estos efectos, el uso de un humidificador en casa es una opción ideal, ya que ayuda a mantener niveles óptimos de humedad en el ambiente, favoreciendo la hidratación natural de la piel y mejorando la salud de las vías respiratorias.
5. Cuida tus labios y manos
Los labios y las manos son áreas especialmente vulnerables a las agresiones externas durante el invierno. Para mantenerlos saludables, es fundamental utilizar bálsamos labiales que contengan ingredientes emolientes y humectantes, que ayudan a reparar, nutrir y proteger la delicada piel de los labios, evitando la formación de grietas y descamación.
En el caso de las manos, es recomendable aplicar cremas ricas en nutrientes y activos hidratantes, que restauran la barrera cutánea y previenen la sequedad. Para una hidratación más intensiva, recomendamos aplicar una capa generosa de crema antes de dormir, usando guantes de algodón para potenciar su absorción durante la noche.
6. Alimentación e hidratación
Durante el invierno, es común sentir menos sed debido a las temperaturas más bajas, pero mantener una adecuada hidratación sigue siendo fundamental para el cuidado de la piel. Beber suficiente agua a lo largo del día ayuda a conservar la elasticidad cutánea, favorece la eliminación de toxinas y contribuye a una apariencia más luminosa y saludable.
Por otro lado, una alimentación equilibrada y rica en nutrientes esenciales es clave para fortalecer la barrera cutánea desde el interior. Mantener este equilibrio entre hidratación y alimentación favorece no solo la salud de la piel, sino también el bienestar general durante la temporada invernal.
7. Evita productos agresivos
Limita el uso de exfoliantes demasiado fuertes, ya que un exceso de exfoliación puede eliminar los aceites naturales de la piel, provocando irritación, enrojecimiento y una mayor sensibilidad. Evita también cosméticos que contengan alcoholes, fragancias sintéticas o sulfatos, ya que estos componentes pueden resecar aún más la piel y comprometer su función protectora. En su lugar, elige limpiadores faciales suaves, que limpien eficazmente sin eliminar la hidratación natural.
8. Consulta a un especialista
Para obtener los mejores resultados, es importante utilizar productos adecuados a tu tipo de piel y necesidades específicas. Por ello, te recomendamos visitar a un profesional. En el equipo del Institut Dra. Natalia Ribé, estará encantado de asesorarte y diseñar una rutina personalizada que para tu piel. ¡Estamos aquí para ayudarte a lucir y sentirte radiante!