Llega un nuevo año y con él, todo un listado de propósitos por cumplir. Los propósitos nos hacen crecer y mantienen viva la ilusión. Irene Giménez, psicóloga del Institut Dra. Natalia Ribé te anima a seguir estos tips para afrontar el año nuevo llena de energía.
1. Revisa tus propósitos e identifica si las expectativas son realistas
Es importante que tus metas sean alcanzables. Esto no significa que no deban ser retadoras, pero sí que sean viables dentro de tus posibilidades actuales. Reflexiona sobre qué quieres lograr y asegúrate de que tus objetivos estén alineados con tus valores y prioridades.
2. Ten presente que ningún cambio se consigue de la noche a la mañana
Los cambios duraderos requieren tiempo, esfuerzo y constancia. No te desesperes si no ves resultados inmediatos. Cada pequeño paso que das te acerca más a tu meta, aunque no lo parezca.
3. Trabaja con paciencia, motivación y constancia
La clave está en mantener el enfoque y no rendirte. Los pequeños avances diarios son los que te llevarán al éxito. Encuentra una fuente de motivación que te inspire a continuar, ya sea un amigo, un mentor o un recordatorio visual de tus metas.
4. Desglosa tus objetivos en metas cortas
Dividir un gran propósito en pasos pequeños lo hace más manejable y menos abrumador. Recuerda: la mejor forma de llegar de un lugar a otro es paso a paso. Cada pequeño logro es un motivo de celebración y te impulsa a seguir adelante.
5. Disfruta del proceso
La verdadera riqueza de perseguir una meta también está en el camino. Aprende a valorar cada momento y cada aprendizaje. No te obsesiones con el resultado final; las experiencias que vives en el trayecto son igual de valiosas.
6. Refuérzate con cada logro
Premia tus avances, por más pequeños que parezcan. Solo tú sabes el esfuerzo que estás invirtiendo, y mereces reconocértelo. Celebrar cada hito te ayudará a mantener la motivación y a disfrutar aún más del proceso.
7. Agradece lo que tienes
Las nuevas metas son maravillosas, pero no pierdas de vista todo lo bueno que ya forma parte de tu vida. Si solo te enfocas en lo que «falta», podrías perder la alegría del presente. Tómate un momento para reflexionar y dar gracias por las personas, experiencias y logros que ya has alcanzado.