El sol tiene una enorme importancia para nuestra salud, especialmente porque nos aporta la mayor parte de Vitamina D que nuestro cuerpo necesita. La vitamina D nos ayuda a absorber el calcio, uno de los principales componentes de los huesos, y a equilibrar nuestro sistema nervioso, muscular e inmunitario.
Los beneficios del sol para nuestra salud
- Contribuye a sintetizar la vitamina D, fundamental para el correcto funcionamiento y estado de los huesos, para equilibrar el sistema nervioso, para disminuir la presión arterial y metaboliza el colesterol, entre otros.
- Posee un gran efecto antinflamatorio, por lo que resulta un gran aliado en las enfermedades dermatológicas, como la psoriasis o el acné.
- Produce un crecimiento de los glóbulos blancos, por lo que nuestras defensas aumentan, mejorando el sistema inmunológico. Muy importante durante todo el año, pero especialmente, durante estos días.
- Combate el cansancio e incide sobre los niveles de estrés, fortaleciendo y mejorando el estado de ánimo.
La importancia del sol durante el confinamiento
Por esa razón, en estos difíciles momentos de confinamiento, os recomiendo encarecidamente dedicar unos minutitos al día a exponernos a la luz solar. Abre la ventana y deja que el sol acaricie tu piel durante unos 5, máximo 15 minutos.
Además del sol, también podemos obtener Vitamina C a través de nuestra dieta, por lo que durante estos días de confinamiento incluye en tu menú alimentos como pescados azules (sardinas, salmón…), huevos, lácteos, setas o aguacate.
Una exposición solar saludable
Ahora bien, para hablar de exposición solar en términos saludables, deberíamos limitar la misma a 15 minutos diarios y siempre evitando las horas del mediodía (entre las 12 y las 17h). A continuación os explico por qué:
Los rayos UVA y los UVB pueden ser especialmente nocivos. A corto plazo pueden provocar quemaduras solares y desencadenar reacciones de fotosensibilización. Es fundamental que tengamos claro cómo actúan los rayos UVA y UVB, cómo identificar nuestro fototipo de piel, cómo funcionan los productos y cremas solares, para conseguir una buena protección solar.
Existen dos tipos de filtros solares:
- Los filtros físicos, que actúan reflejando o desviando la radiación solar, y hacen de pantalla solar dejándonos un tono blanquecino tras su aplicación
- Los filtros químicos, que son como unas microesponjas que penetran en la dermis y que una vez les llega el rayo de luz (sol), lo absorben para que no sea dañino.
Por todo ello, lo más importante es que seamos conscientes de que el sol puede resultar muy beneficioso para la salud, pero debemos siempre adoptar medidas de precaución para evitar lo nocivo del mismo.
Recuerda, no importa el espacio, una terraza, un pequeño balcón o una ventanita… dedícate, en la medida de lo posible, unos minutitos al día para aprovechar de manera inteligente y saludable todo lo que el sol nos puede brindar tanto física como emocionalmente.