¿No sabes como gestionar el estrés? Soy Irene Giménez, psicóloga del Institut Dra. Natalia Ribé, y hoy quiero ayudaros a aprender como gestionar el estrés con unas pautas muy sencillas. ¡Espero que os sean de gran ayuda!
Las personas hacemos frente constantemente a situaciones que, de un modo u otro, pueden resultarnos estresantes. Las situaciones que para mí son todo un reto, puede ser para otra persona algo tan sencillo y tranquilizador como tomarse un café en una terraza bajo el sol.
Factores que nos generan estrés
Los factores estresantes pueden ser externos o internos.
Por factores externos entenderemos todas aquellas situaciones externas a nuestra persona que nos generen estrés: laborales, familiares, económicas, la situación política, el terrorismo, el tráfico, una presentación en público… hay para todos los gustos. En cambio, por factores internos entenderemos nuestros pensamientos, creencias o valores: desconfiar de la gente, querer caer bien a todo el mundo, etc.
Así que, en función de nuestros pensamientos, creencias, personalidad y también de nuestra actitud frente a la vida, viviremos de manera más o menos estresante determinadas situaciones.
Indentificar el problema que nos genera estrés
Lo fundamental es tener claro qué situaciones son aquellas que generan estrés, para poder hacerles frente de manera adulta e inteligente. Si identifico el problema, entonces ya estoy listo para ponerle solución.
Si tengo claro que me horroriza hablar en público, o que mi carótida aumenta de tamaño cuando me encuentro atrapado en una caravana camino del trabajo, podré tomar cartas en el asunto.
De entrada, hay que valorar la magnitud del problema y si ese tiene solución. Por ejemplo, el tráfico es inevitable en las grandes ciudades, pero tal vez si me levanto media hora antes, evitaré el problema.
Técnicas para gestionar el estrés
En cualquier caso, contamos con determinadas técnicas que pueden ayudarnos a hacer frente a este tipo de situaciones, como son:
- Técnicas de respiración profunda (respiración diafragmática): cuando estamos nerviosos respiramos a gran velocidad por la boca, hecho que nos hace hiperventilar y entrar en un bucle de ansiedad. Para rebajar las pulsaciones deberemos inspirar por la nariz en 4 tiempos, aguantar 4 segundos más y soltar el aire por la boca en 6 tiempos. Repetiremos hasta que nuestra frecuencia cardíaca se recupere.
- Parada de pensamiento: cuando alguna situación nos estresa, entramos en zona de pensamiento caliente y empieza lo que se conoce como escalada de la ira. En la que cada vez damos más y más vueltas a ese pensamiento en rueda por nuestra cabeza (algo que nos han dicho, el coche que nos ha pitado, etc). Cuando esto ocurre debemos interrumpirnos a nosotros mismos con un ¡¡¡BASTA!!! e intentar sustituir dicho pensamiento por algo positivo, algo que nos relaje.
- Tiempo fuera: si la situación nos resulta tan estresante que la parada de pensamiento no es suficiente, aplicaremos el tiempo fuera e intentaremos, en la medida de lo posible, alejarnos del estímulo generador de estrés y buscar una actividad que nos resulte relajante hasta que nos enfriemos.
- Relajación muscular: debemos relajar lentamente todos los músculos del cuerpo, desde los pies hasta la cabeza.
Otros aspectos que pueden ayudarte a reducir y gestionar el estrés son: llevar una buena alimentación, cuidar de nuestra imagen, descansar correctamente y hacer deporte moderado.
Y, por supuesto, es muy importante tener una buena actitud frente a la vida, ya que el victimismo no ayuda. Al final, lo que cuenta no es tanto el problema o la situación, si no como lo vivimos y le hacemos frente cada uno de nosotros.
No obstante, si el problema persiste y tenemos dificultades para combatirlo, deberemos acudir a un profesional.
Aprovecho para recordaros que en el Institut disponemos de un Servicio de Psicoterapia para ayudaros a alcanzar vuestro bienestar.
